La humanidad se encuentra ante un cambio global en la llamada era del Antropoceno. Para hallar salidas a esta crisis planetaria y de civilización, que estamos generando y padeciendo, todo indica que hay que concebir la sostenibilidad de forma integral y plantear el desarrollo sostenible no como una doctrina o un modelo definido, sino como un conjunto de procesos de cambio abierto y equilibrios dinámicos y resilientes de permanente aprendizaje, que marcan las trayectorias de los sistemas socioecológicos.
Las sociedades del siglo XXI se enfrentan a una gran transición socioeconómica-ecológica mediante una familia de transiciones a gran escala. Se perciben distintos escenarios para aspirar a la sostenibilidad global. Conocemos las tendencias actuales pero no sabemos el destino final: puede ser una evolución gradual o saltos en puntos de bifurcación imprevistos. Gobernar las grandes transiciones sociourbanas, técnico-económicas y político-institucionales en clave de sostenibilidad permitiría garantizar la coevolución entre los sistemas humanos y la biosfera, dando un nuevo sentido al progreso.