Por las características del trabajo, la labor docente no está exenta de riesgos. Según datos del Ministerio de Trabajo y Economía Social, durante 2019, en el año anterior a la irrupción de la pandemia, se produjeron en el sector de la educación 7.820 accidentes de trabajo en jornada con baja, siendo los traumatismos, caídas y golpes, los problemas psicológicos como estrés o burnout, y los problemas del aparato fonador, las patologías más comunes y recurrentes entre el personal del sector educativo.
Unas contingencias ante las cuales hay que seguir aplicando medidas preventivas, según ha señalado la Técnica de Prevención de Unión de Mutuas, Helena Martínez. “Además de los protocolos para evitar los contagios por covid-19, no debemos desviar la atención ni dejar en un segundo plano otros riesgos laborales que siguen presentes en los espacios de trabajo y que pueden tener consecuencias negativas para la seguridad tanto del propio trabajador como de sus compañeros, y en los casos de los centros docentes, incluso, de los propios alumnos, y que tienen que ver con las causas organizativas, ambientales, agentes biológicos y riesgos psicosociales, entre otros.”
La Guía editada por Unión de Mutuas tiene por objeto apoyar y colaborar con la comunidad educativa para que empresa y trabajadores cuenten con una información específica, con consejos y recomendaciones, para prevenir los riesgos que influyen directa o indirectamente en los accidentes de trabajo y que son controlables y evitables.
Como principales riesgos laborales a los que se ven expuestos los docentes, el manual destaca las caídas, golpes, sobreesfuerzos f ísicos, los trastornos musculo-esqueléticos, el estrés, además de los problemas relacionados con afecciones en la voz, como afonías y sobrecargas en las cuerdas vocales.
De fácil manejo, la guía es una herramienta para integrar la prevención en todos los niveles y acciones de actividad que se realizan en los centros educativos, ya que la salud y bienestar de los trabajadores “reduce los accidentes de trabajo, las enfermedades y el absentismo laborales, y, además, favorece la motivación, la satisfacción y la productividad de las personas” ha señalado la experta en prevención Helena Martínez.
Frente a los trastornos musculoesqueléticos hay que tener en cuenta los aspectos relacionados con la bipedestación por ser la postura más frecuente del docente.
Para evitar lesiones, fatiga y dolores musculares hay que cambiar de postura con frecuencia, evitar movimientos bruscos, mantener el cuerpo erguido con el tronco recto, usar calzado cómodo, ropa holgada para evitar varices y aprovechar los descansos para realizar ejercicios de estiramientos.
Ante la carga f ísica, mental y emocional es aconsejable planificar y organizar la jornada laboral, respetar las pausas, y fomentar la participación y la comunicación con el resto de compañeros.
Respecto a la sobrecarga de la voz, es importante no forzar la intensidad de la voz aunque el nivel sonoro del aula vaya en aumento, y realizar terapias con hidratación constante de las cuerdas vocales, y técnicas sobre el control del volumen y tono de voz.
Además la guía también contempla los riesgos y recomendaciones en otros puestos de trabajo que se pueden encontrar en los centros educativos como auxiliares de educación, personal de administración, personal de limpieza, de cocina, almacenamiento y mantenimiento.