El reto demográfico se ha convertido en una de las macrotendencias a tener en cuenta en la agenda de cualquier economía. Hoy los mayores de 50 años representamos el 40% de la población española y según los pronósticos más de 23 millones de españoles tendrán una edad superior a los 50 años en 2050, lo que representa la mitad de la población del país.

En España los mayores de 50 años generamos el 26% del PIB.

Por un lado, a los baby boomers —personas nacidas entre 1935 y 1960 -, es decir la generación silver, son personas que en general cuentan con salud y calidad de vida para seguir aportando a la sociedad su talento, trabajo social y capacidad de consumo.

Por otro, la denominada “silver economy”, tendencia en desarrollo que incluye todas las actividades económicas, productos y servicios destinadas a satisfacer las necesidades de los mayores de 50 años, contribuye a crear o mantener 4,4 millones de empleo en nuestro país.

La silver economy se presenta como fuente de empleo, riqueza y bienestar.

En este contexto, las oportunidades se presentan tanto para los “silver” como para las marcas. Los “silver” tenemos el reto de planificar esta nueva etapa, que somos la primera generación que la disfrutamos.

Es un momento importante, pues el riesgo de seguir la rutina social y desaprovechar la oportunidad es muy alto. Tenemos que parar y definir nuestro propósito y objetivos para esta nueva etapa, tanto a nivel profesional -si queremos seguir aportando nuestro talento y experiencia- como a nivel personal, donde las opciones, son increíbles.

En muchos casos, es el momento de recuperar el tiempo perdido y planificarlo se convierte en un elemento esencial. Tendremos que decidir: ¿Para qué lo queremos hacer? ¿Qué queremos hacer? ¿Cómo lo queremos hacer? ¿Con quién lo queremos hacer?

Para las marcas, el desarrollo de la silver economy representa un mercado de un enorme potencial.

En general, todos los sectores son susceptibles de ser reinventados para la Silver Economy, no obstante, son evidentes las oportunidades en sectores como: salud, turismo, financiero, retail, belleza o vivienda.

Sin duda, se presentan grandes oportunidades de negocio con un nuevo cliente que ha cumplido años pero que no se siente mayor.

Un nuevo cliente que no va a resultar un cliente fácil, ya que, gracias a nuestra experiencia, sabemos lo que queremos y como lo queremos y el cambio de envoltorio de los productos, como están haciendo más de una empresa, no va a ser suficiente para ocupar un espacio relevante en este nuevo mercado.

La investigación e innovación que atienda las auténticas necesidades de este segmento de población es el camino adecuado para tener éxito en la silver economy.

También es llamativa la preferencia de muchas marcas por orientar sus mensajes publicitarios y desarrollos hacia los jóvenes, pese a la evidencia de que la capacidad de consumo (50% del consumo privado) se sitúa mayoritariamente en la generación silver.

En definitiva, un juego “ganar-ganar” que se desarrollará en el territorio de la silver economy.

Para potenciar todas las oportunidades de la Generación Silver he cofundado Vida Silver, una iniciativa que promuevo conjuntamente con IFEMA, que tiene como propósito ser el punto de encuentro de todos (empresas, instituciones, emprendedores, ciudadanos) los que quieran contribuir al desarrollo de nuestra generación.

Vida Silver es la primera experiencia híbrida de IFEMA y se concreta en una  plataforma www.vidasilver.com y en un evento anual que celebraremos los próximos 25, 26 y 27 de noviembre en las propias instalaciones de IFEMA.