“Nosotros no tenemos petróleo, pero sí una gran cantidad de radiación solar, y la mayor riqueza que puede tener un país es una fuente abundante de energía sostenible”. Son palabras de Jorge González Cortés, vicepresidente de Gesternova, compañía pionera en comercialización de energía 100 % verde en España, durante los últimos Encuentros para la Transformación coorganizados por Contigo Energía -marca de autoconsumo de Gesternova- y Soziable.

De esta forma, González Cortés defiende que apostar como país por las energías renovables (y por el autoconsumo en particular) conlleva “oportunidades de reindustrialización y atracción de nuevas tecnologías”.

Pero para llegar ahí aún hay camino por recorrer. Hasta el año pasado el autoconsumo creció en España, en gran medida por el ahorro energético durante la pandemia y el encarecimiento de la energía tradicional. El incremento interanual alcanzó el 120% en 2022, según cifras de la Asociación de Empresas de Energías Renovables.

Por el contrario, es cierto que en la actualidad y según datos que maneja el sector, la demanda residencial ha caído hasta un 60% tras muchos meses de ascenso. No obstante, este decrecimiento obedece más bien a un proceso de consolidación del mercado.

De hecho, hay otras cifras que constatan que sigue siendo un buen momento para la instalación de placas solares: el 96% de las compañías representadas por la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Energéticos se han pasado al autoconsumo, según indica su director general, Carlos Ballesteros, otro de los asistentes a Encuentros para la Transformación. Y un dato más: según la Cámara de Comercio de España, el 85% de las empresas se han visto perjudicadas por el encarecimiento de la energía, por lo que muchas buscan soluciones en las renovables.

Sea como sea, en esta transición energética hay obstáculos. Para empezar, para llegar al objetivo de que en 2030 el 81% de la generación eléctrica en nuestro país sea renovable y que el autoconsumo ascienda hasta los 19 gigavatios -metas del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima- se necesita una “transformación absoluta del sistema eléctrico”, según González Cortés.

En ese sentido, el punto más crítico para el vicepresidente de Gesternova es la gestión de la demanda, porque una transición tan masiva a la energía verde implica un cambio en cómo los consumidores se proveen de ella: “El almacenamiento es fundamental. Las comercializadoras tenemos que prepararnos y ofrecer un ahorro a los consumidores que se preocupan por el medioambiente, pero también por su bolsillo”.

Coincide con él el jefe de Unidad Técnica de la Fundación de la Energía de la Comunidad de Madrid, José Manuel Naharro, otro de los ponentes en el acto de Contigo Energía y Soziable. En la misma línea que el vicepresidente de Gesternova, Naharro apunta al almacenamiento como “gran reto” para ser capaces de autorregularnos.

Otro de los desafíos de esta transición energética es concienciar a la sociedad de las ventajas de la independencia energética. Naharro, por su experiencia en la administración pública, cree que “solo unos pocos usuarios están informados”, lo que complica en términos burocráticos la petición de ayudas o subvenciones. “Solo en la Comunidad de Madrid hay actualmente 8.000 expedientes”, subraya.

Ayudas, por otro lado, necesarias, para facilitar el paso al autoconsumo de empresas y sociedad. Al menos así lo respalda la presidenta de la Federación de Consumidores y Usuarios, Ana Etchenique, quien recuerda que hay muchos consumidores con rentas por debajo de los 1.000 euros que necesitarían de créditos ICO para el “cambio cultural” que implica esta reorganización energética.

 

El caso de iSiMAR: ahorro en la factura y venta de excedentes

Para Etchenique y Naharro es clave la labor pedagógica y la comunicación para que la ciudadanía interiorice el cambio de paradigma. En ese contexto, los casos de éxito pueden ser efectivos.

Uno de estos testimonios es el de Luis Unceta, socio director de iSiMAR, una empresa de fabricación de muebles. Esta compañía llegó al autoconsumo “por valores empresariales”, según admite él mismo. “Primero nos acercamos a Gesternova y contratamos energía renovable; después, hablamos con Contigo Energía buscando la independencia energética”, recuerda. Y de esta forma acabaron instalando 1.300 paneles fotovoltaicos en su azotea.

Desde ese momento no solamente ahorran hasta un 40% en la factura, sino que obtienen beneficios al vender sus excedentes a empresas contiguas: “Nos hemos convertido en una huerta solar, para nosotros y para los vecinos de alrededor. Ahora tenemos otra línea de negocio: aparte de vender sillas, vendemos energía”, explica.

Unceta anima a “aprovechar todos los tejados de España”. Y es que este empresario es, además, presidente del concejo de Cizur Menor, una pequeña localidad de Navarra, y cree que “compañías como Contigo Energía son fundamentales para llegar a lo rural”.

Casos como el de iSiMAR son ejemplos de cómo el autoconsumo puede integrarse en la cotidianeidad de familias y empresas. En cualquier caso, Jorge González Cortés señala que “no hay que correr. Este es un sector con un enorme camino a largo plazo” cuyo principal objetivo es “conjugar el retorno económico con la provisión de energía limpia, barata y abundante para los ciudadanos europeos. Si conseguimos eso, llegaremos a la meta de 2030”.