Los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) son uno de los flujos de desechos que más rápido están creciendo. Según datos del Programa para el Medio Ambiente de las Naciones Unidas, se generan cerca de 50 millones de toneladas de desechos electrónicos al año y se recicla menos del 40% de los mismos.

Desde 2019, de acuerdo a la directiva 2012/19/UE del Parlamento Europeo se establece una nueva cuota de responsabilidad para los fabricantes de aparatos eléctricos y electrónicos que marca un índice mínimo de recogida del 85% de los RAEE generados por las empresas de cada estado, frente al 65% que solía ser habitual.

Estos datos contrastan con la existencia del llamado Canon ECORAEE o ECOTASA, establecido en España en el Real Decreto 208/2005 que, con el objetivo de controlar la generación de residuos de este tipo de aparatos y garantizar su correcta gestión ambiental una vez terminada su vida útil, añade un “coste extra” (sobre el que se aplica su IVA correspondiente) que se ve reflejado en el precio final del producto y al que hace frente el consumidor final.

“Los consumidores en España pagan desde hace casi 20 años un sobreprecio en sus productos para garantizar que sus residuos se gestionen de manera adecuada y que su revalorización se realice de la manera más eficaz y respetuosa con el medioambiente”, indica Luis García-Torremocha Checa, CEO de MOVILEX. “Hasta ahora, en nuestro país se está reciclando menos de la cantidad establecida por la Unión Europea, por lo que cobra gran importancia concienciar sobre la importancia de hacer una gestión de residuos adecuada e impulsar la economía circular”.

Movilex, el gran aliado de los fabricantes para cumplir con la normativa

A medida que las instituciones exigen reciclar un mayor porcentaje de productos y los controles se vuelven más exhaustivos, la legislación legitima y pone en valor el modelo de empresas gestoras de RAEE. Compañías como Movilex, con un sistema de gestión certificado que garantiza los procedimientos de reciclaje, se han convertido en una solución para cumplir con ese porcentaje de recogida que exigen las nuevas normativas.

La empresa extremeña cuenta ya con 7 plantas de tratamiento: 4 plantas en España, 1 planta en Portugal y 2 plantas en Latinoamérica; y cuenta con más de 150 clientes a los que vende materiales refinados para darles una nueva vida. Además, ha cerrado 2023 con 45.000 toneladas de RAEE gestionadas y un 15% más que el año anterior.