El Col·legi de Censors Jurats de Comptes de Catalunya (CCJCC) aporta un valor social consolidado de 6,96 millones de euros a partir del cálculo obtenido con la metodología del Valor Social Integrado (VSI), en un análisis que se centra en los efectos sociales directamente atribuibles al Col·legi y producidos en el corto plazo (esto es, en el periodo contable de un año). Con esto, el CCJCC se convierte en el primer colegio profesional en el conjunto de España que aplica esta metodología de contabilidad social con la voluntad de determinar, objetivar y visualizar cuál es su impacto global en la sociedad.

A partir del análisis y el cálculo realizados por la Cátedra MANGO de RSC de ESCI-UPF y el propio Col·legi y con datos correspondientes al año 2022, también se concluye que por cada euro de presupuesto se han generado 2,85 euros de valor social integrado para la sociedad en este mismo 2022. “Es decir, el presupuesto se ha transformado en más del doble de valor social creado para el conjunto de los grupos de interés”, ha remarcado Joan Vall, presidente del CCJCC.

La metodología del VSI incluye el valor distribuido a la totalidad de los grupos de interés (o stakeholders) e incorpora los efectos no directamente económicos sobre estos. Para su cálculo se tienen en cuenta, por consiguiente, tanto el valor social generado a través de la actividad económica o Valor Social de Mercado –en base a los indicadores tradicionales de contabilidad– como también aquel que de forma específica viene dado por relaciones ajenas a las transacciones de mercado o Valor Social de No Mercado.

 

Valor Social de Mercado directo e indirecto…

El valor social generado por la actividad económica de una organización (Valor Social de Mercado o VSM) representa la creación y distribución de riqueza para los grupos de interés mediante mecanismos de mercado. En el caso concreto del Col·legi y si atendemos al VSM directo (es decir, el valor económico distribuido entre empleados, administraciones públicas, proveedores financieros y también el propio resultado económico y amortizaciones de la organización), en el año 2022 ascendió a 1,19 millones de euros. En el caso del VSM indirecto (o efecto tractor de la adquisición de bienes y servicios por parte de la organización) se cifró en cerca de 400.000 euros. En definitiva, sumadas ambas cantidades se obtuvo un VSM de cerca de 1,6 millones de euros.

 

… y Valor Social de No Mercado

A partir de la identificación del conjunto de elementos susceptibles de ser cuantificados y monetizados como variables de valor social (a modo de ejemplo, en este campo concreto destacan la formación profesional para auditores y no auditores; la aportación de conocimiento; la difusión y divulgación de la cultura de la transparencia y la rendición de cuentas; la colaboración con otras organizaciones; la apertura del Col·legi a otras profesiones; la coordinación de voluntariado de educación financiera; y el compromiso social, entre otros) y en base a la determinación de los grupos de interés que reciben valor por parte de la entidad, el análisis llevado a cabo –surgido de la combinación de un análisis cualitativo y un análisis cuantitativo– ha concluido que el Valor Social de No Mercado o VSNM (aquel que se distribuye sin contrapartida de un precio real de mercado) se aproximó a los 5,4 millones de euros en el mismo periodo.

A diferencia del VSM directo e indirecto –que se distribuye de manera específica a los diversos grupos de interés–, una parte del VSNM se genera de forma simultánea para más de un stakeholder. Por esta razón, a la hora de calcular el Valor Social Integrado, se ha partido del VSNM consolidado (el ya citado de cerca de 5,4 millones de euros) en detrimento de la suma del VSNM recibido por cada grupo de interés (en este caso, 8,42 millones de euros) con el propósito de evitar duplicar el valor que se genera a la vez para diversos grupos de interés o diversas tipologías de valor.

 

Valor social, auditoría de cuentas e interés público

De forma complementaria al valor social generado por la actividad propia de la entidad, Joan Vall, presidente del Col·legi, también destaca que “los servicios ofrecidos por el conjunto de profesionales de la auditoría de cuentas cubren una importante necesidad social, por lo cual tienen una función de marcado interés público”.

Y es que aspectos como la contribución a la transparencia y la fiabilidad de la información financiera que hacen pública las empresas y organizaciones, al lado de la consideración de la auditoría como “señal potente” que se lanza al mercado sobre la fiabilidad de las cuentas (con influencia directa, por ejemplo, en la evaluación y la calificación otorgada por las empresas que suministran información financiera, crediticia y de riesgos a terceros) o la contribución a la mejora de la información financiera y no financiera en un contexto marcado por un interés creciente por las cuestiones relativas a la responsabilidad social, llevan al presidente de los auditores de Catalunya a una reflexión final: “En futuros estudios, sería interesante considerar estos elementos de valor social generados y aproximar la utilidad social en términos monetarios”.