Las organizaciones militares deben operar cada vez más en escenarios hostiles, a menudo caracterizados por la lejanía y condiciones extremadamente precarias, lo que hace que la conectividad se reduzca al límite. Es lo que han detectado desde IFS, compañía global de software empresarial en la nube y especialista en el sector de defensa, a través de un estudio online en el que han querido ahondar tanto en los desafíos, como en las principales fuerzas dinamizadoras, que están detrás del crecimiento de las operaciones desconectadas en este área.

Las operaciones militares desconectadas son una parte importante de la estrategia militar y se han utilizado en diferentes conflictos a lo largo de la historia. Estas operaciones se llevan a cabo en entornos en los que no existe la posibilidad de usar redes de comunicación, lo que significa que los militares dependen de tecnologías que les permitan mantener su operatividad sin una conexión a Internet.

La investigación de IFS muestra una brecha entre los requisitos de operaciones desconectadas y el soporte de software a las mismas. Precisamente, este entorno operativo difícil, combinado con la falta de datos compartidos durante la misión, a menudo conocido como operaciones “desconectadas” o en “modo oscuro”, puede poner en riesgo el éxito de la misión. Tal y como ratifica este estudio, cada vez es más difícil para las organizaciones militares mantener una imagen precisa de la información de sus activos en el campo. Algo que también sostienen desde RAND en una reciente investigación sobre la materia.

“Las organizaciones militares luchan por mantener la información sincronizada durante las operaciones desconectadas. De hecho, el 54% de los encuestados identifica esta necesidad como una prioridad para lograr la máxima capacidad de supervivencia y la eficacia de la misión” explica Gonzalo Valle, director de preventa en IFS.

 

ARROJANDO LUZ SOBRE LAS OPERACIONES EN “MODO OSCURO”

Con todo ello, la tecnología se posiciona como el mejor aliado en el campo de batalla. El software brinda apoyo a las decisiones militares cuando se encuentran en zonas sin señal, proporcionando una versión única del escenario al mantener sincronizado el estado de cada activo. Así mismo, también garantiza la conectividad constante entre una base operativa principal (en inglés, MOB, Main Operation Base) y bases operativas avanzadas distribuidas (FOB, Front Operation Base).

Esta información resulta crucial incluso antes de la planificación y preparación, en la que los militares utilizan sistemas de simulación y modelado, drones y otros equipos avanzados para recopilar información y planificar operaciones antes de salir al campo.

No obstante, vigilar la preparación de los activos desplegados se ha convertido en un desafío aún mayor a medida que las organizaciones militares continúan cambiando hacia un modelo operativo más distribuido por tierra, mar y aire. Esto solo se exacerba cuando los activos militares se despliegan en entornos operativos avanzados en los que permanecen desconectados durante períodos sostenidos en el tiempo, ya sea este planificado o no planificado.

“Un buen ejemplo de ello sería una fragata de la Marina que navega en el Pacífico Sur, donde opera en un modo de ancho de banda limitado, intermitente y desconectado durante gran parte de su destacamento, a menos que utilice un satélite” explica del Valle.

IFS tiene amplia experiencia en el sector y ha consolidado su posición de partner estratégico mundial gracias a trabajos como el realizado para la Marina Estadounidense, una labor coordinada junto al referente Lockheed Martin, especialista multinacional de la industria aeroespacial y militar.

IFS, mediante su solución naval, ofrece a la US Navy una mayor capacidad de planificación y ejecución del mantenimiento, reparación y revisión de más de 3.000 activos, incluidos aviones, barcos y equipos terrestres. Una herramienta que combina inteligencia artificial, capacidades de gemelo digital y análisis predictivo, para anticipar y reaccionar a posibles fallos de los equipos. “Esto contribuye mucho a mejorar las tareas de mantenimiento y suministro logístico, además de agilizar la gestión de flotas en tiempo real y otras funciones a más de 200.000 miembros de la Marina estadounidense” concluyen desde la compañía.