El sector de Energía, Servicios Públicos y Recursos (EU&R) continúa enfocado en la transformación digital, donde se prevé un aumento de la inversión del 59%, con el objetivo de mejorar la eficiencia operativa y abordar los desafíos actuales, como son el aumento de la demanda de energía o el cambio climático.

Así, este 2024, experimentará una aceleración en la digitalización mediante sistemas integrados y tecnologías disruptivas como la automatización y la inteligencia artificial,  donde se prevé que la demanda aumente en un 50%, según afirman desde IFS, especialista en soluciones empresariales para la industria.

“Estas inversiones ocupan el segundo lugar, solo detrás de la contratación y retención de talento, como principal impulsor de crecimiento de la industria” señala Gonzalo Valle, presales manager de IFS.

Con la rápida adopción de tecnologías como inteligencia artificial e IoT, el sector se encamina hacia un entorno modular e integrado, capaz de respaldar la innovación y los rápidos cambios que se están produciendo en la industria. En 2024, se prevé una evolución hacia sistemas inteligentes que, más allá de ejecutar, generarán planes y recomendaciones para abordar eventos disruptivos (cortes, bajas por enfermedad, problemas en la cadena de suministro, etc.), antes de que estos impacten en la productividad. Y lo hace mediante un enfoque exhaustivo que identifica las posibles limitaciones (inventario limitado de piezas, recursos, etc.), junto con otras consideraciones, dentro de la respuesta propuesta.

Estos sistemas integrados garantizan inteligencia operativa completa para optimizar la productividad, cumplir con los compromisos de la empresa y prevenir fallos antes de que ocurran.

Así mismo, en 2024 la gestión del agua se convertirá en un imperativo empresarial, con un aumento del 100% de las implementaciones de sensores y medidores inteligentes. Pues no hemos de perder de vista que solo es utilizable el 0,5% del agua que hay en la Tierra y el cambio climático afectando peligrosamente al suministro, gestionar este recurso es una de las responsabilidades más importantes que tiene la industria.

De hecho, potencias como EEUU, tienen un volumen de desperdicio de agua potable al año superior a los siete millones de m3.

“La gestión inmediata y efectiva es crucial para evitar la disminución del suministro de agua, un buen ejemplo de ello es el caso de Rio Verde, en Foothills, Arizona, una comunidad planificada para “vivir en el desierto” justo al sur de Scottsdale, Arizona. Después de que los pozos se secaron y no se localizaron nuevos pozos, más de 500 propiedades de Río Verde tuvieron que depender del agua traída desde Scottsdale. Pero en enero de 2023, Scottsdale dejó de suministrar agua debido a las nuevas disposiciones por sequía. La polémica medida dejó a cientos de personas sin acceso al agua. En octubre de 2023 se implementó una medida provisional como solución temporal, mientras se trabaja en una solución que garantice el suministro a Río Verde.” defiende Valle.

En 2024, la industria se enfrentará a una creciente presión por gestionar proactivamente el agua, con un aumento en el despliegue de medidores inteligentes para detectar fugas. Esto generará mayores ingresos para invertir en nuevas infraestructuras y tecnologías.

Por último, uno de los grandes desafíos para esta industria son: las emisiones de gases de efecto invernadero. Bajo este marco, las prácticas de captura y almacenamiento de carbono aumentarán en un 30%.

Según el Acuerdo de París, el calentamiento global no debe superar los 1,5°C por encima de los niveles preindustriales. Sin embargo, el planeta ya está 1,1°C más cálido y las emisiones continúan aumentando. Para mantener el calentamiento global en 1,5°C, las emisiones deben reducirse en un 45% para 2030, alcanzando cero neto para 2050.

A pesar de ello, los expertos advierten que los esfuerzos actuales para abordar el cambio climático y alcanzar las cero emisiones netas pueden ser insuficientes. Un informe reciente de la Agencia Internacional de Energía (IEA) también advierte de esta realidad.

Como respuesta, se anticipa la implementación de nuevas prácticas durante 2024, centradas en la captura y almacenamiento de carbono (CCS). Este enfoque, respaldado por estrategias como reciclaje de CO2 en plantas de energía, busca estabilizar el clima y promover el desarrollo humano. El éxito de estos programas depende de tecnologías avanzadas basadas en una plataforma unificada en la nube, una gestión de proyectos capaz y una tecnología que realice un seguimiento preciso de los objetivos ESG en tiempo real para cumplir con los objetivos de reducción de carbono.

Un buen ejemplo de ello sería, Hafslund Oslo Celsio, el mayor proveedor de calefacción y refrigeración urbana de Noruega, quien ha seleccionado IFS Cloud™ para ayudarle a alcanzar sus objetivos climáticos. La tecnología impulsará la eficiencia en sus procesos de producción de energía verde, desarrollará capacidades de captura y almacenamiento de carbono y reducirá los residuos.

“Los sectores de Energía, Servicios Públicos y Recursos tienen un camino interesante por delante. Con problemas críticos en juego, como el calentamiento global y los efectos de la disminución del suministro de agua, donde se deben incorporar a las organizaciones de manera activa la inteligencia artificial y la automatización.” concluye el directivo.