Participaron 323 personas adultas mayores de 65 años. Los resultados fueron: El 87.62% no cuentan con ingreso económico mensual fijo y el 84.52% no se gozan de las exoneraciones de los impuestos prediales el 31.89% están desprotegidos por sus familiares, el 4.02% no cuentan con el SIS el 84.52% no participan en espacios de capacitación el 9.28% no comen las tres raciones al día, 1.5% no cuenta con vivienda propia el 78.33% no tienen trabajo formal. Asimismo, el 81.42% no participan en espacios de recreación, el 55.73% no tienen teléfono celular y 83.59% no aceden a las redes sociales de la misma manera, el 85% reconocen que respetan su lengua originaria y el 72.76% sus tradiciones ancestrales. Finalmente, el 98.45% padece de alguna enfermedad, el
92.26% se sienten tristes el 28.79% marginados y el 88% no son considerados como candidatos para cargos públicos sin embargo participan activamente en los sufragios electorales. En conclusión, existen niveles significativos de vulneración de los derechos económicos, sociales y culturales de las personas adulas mayores, los cuales repercuten negativamente en su salud física, psicológica y social, afectando su calidad de vida.