El propósito es ya un intangible clave para impulsar el liderazgo responsable, integrándose en la estrategia del negocio para conectar los objetivos empresariales con los valores corporativos y la búsqueda de impacto social, ético y ambiental, y convirtiéndose en marco de referencia para la toma de decisiones. Según el informe Approaching The Future 2023, más de la mitad de las organizaciones ya están trabajando en este ámbito, pero uno de sus principales retos es la necesidad de medir su impacto. Para ayudarlas a conseguirlo, Corporate Excellence – Centre for Reputation Leadership, la Fundación DPMC y la Cátedra Dirección por Misiones y Propósito Corporativo de la Universitat Internacional de Catalunya (UIC) han lanzado el Índice 3D del Propósito. 

Se trata de un nueva métrica, fruto de 15 años de investigación, que sirve de indicador para conocer el grado de vivencia del propósito corporativo dentro de la entidad, de modo similar a como se emplean indicadores como el ‘Net Promoter Score’ (NPS) o el de reputación global. Su objetivo es incorporarse en los cuadros de mando de las empresas a través de tres criterios clave: la representatividad estadística, entendida como el número de indicadores necesarios para reflejar un determinado aspecto o cualidad del fenómeno que se quiere evaluar; la claridad, para que pueda usarse en distintos ámbitos y niveles de la empresa; y la diferenciación de las preguntas para que no se genere el efecto anclaje, aquel en el que una respuesta a una pregunta influye en la respuesta de la siguiente.

El Índice 3D del Propósito está elaborado a partir de una investigación empírica a gran escala sobre una muestra de 65 empresas y 2.700 directivos. En esta investigación se demostró la existencia de tres dimensiones clave a la hora de entender el constructo del propósito: conocimiento, motivación y acción. En la intersección de estas tres dimensiones es donde se encuentran las tres palancas que lo impulsan de manera efectiva: la coherencia -hacer lo que dices y decir lo que haces-, autenticidad -decir lo que sientes y sentir lo que dices- e integridad -sentir lo que haces y hacer lo que sientes-.

“El desarrollo de este indicador supone un gran hito para la activación e interiorización del propósito corporativo en las organizaciones. Proporciona información sobre los niveles de coherencia, autenticidad e integridad de las personas que forman parte de la compañía y permite, sin duda alguna, consolidar el modelo de empresa con futuro en base a la gestión estratégica de los activos y recursos intangibles”, asegura Ángel Alloza, CEO de Corporate Excellence – Centre for Reputation Leadership.

“Vamos a trabajar para que el Índice 3D se convierta en un estándar en la mayoría de las grandes empresas en cuestión de pocos años, y que gracias a ello, mejoren tanto sus resultados económicos, como la satisfacción del resto de stakeholders, empezando por los empleados”, sostiene Carlos Rey, fundador de la Fundación DPMC, especializada en la investigación e implementación de la Dirección por Misiones.

Con esta nueva métrica las organizaciones podrán plantearse la medición antes, durante y después de la implementación y activación del propósito, lo que les permitirá conocer en qué grado los esfuerzos de la empresa están teniendo resultados, y reforzar las acciones cuando estos no son los esperados. Además, el Índice 3D del Propósito facilitará a las organizaciones conocer el grado de conocimiento de las personas de la organización y si se sienten o no identificadas con el propósito corporativo, analizando cómo se activa éste en términos de actitudes y comportamientos.