Bromalgae, empresa vasca de biotecnología ubicada en Barakaldo (Bizkaia), ha presentado en su sede, ubicada en el BIC un “árbol” artificial urbano, que emplea el proceso fotosintético de las microalgas como filtros biológicos para reducir el NOx y el CO2 industrial y urbano. Durante el acto de presentación, se ha realizado una explicación del proyecto y una visita guiada a la instalación de esta tecnología, ubicada en el exterior tras ser testeada en condiciones controladas.

Un proyecto nacido en California y culminado en Euskadi

Esta innovadora tecnología que se comercializará con la marca de GarbiAir, nace de un desarrollo iniciado en el Instituto Politécnico de la Universidad Estatal de California (CALPOLY) y centrado en todos los gases que se generan (tráfico, industria, elementos contaminantes…).  Ante el incremento de las emisiones responsables de los dos grandes problemas climáticos, como son el calentamiento global y la acidificación de los océanos, una aportación como parte de la solución es la implantación de este sistema que colabora en la reducción de la contaminación ambiental de las ciudades, pero también aporta una interesante aplicación en espacios públicos como parques, aulas, centros comerciales, cines, parkings…, entre muchos otros.

Las microalgas, aliadas de la tecnología más puntera y de la economía circular

En palabras de Guillermo Barredo, presidente del Consejo de Bromalgae, “nuestra tecnología emplea microalgas como filtro biológico para reducir el NOx y el CO2 de emisiones urbanas, pero no sólo eso, también estudiamos los datos de contaminación ambiental de la zona y ofrecemos un sistema adecuado a las mismas. La tecnología siempre debe mejorar la vida, aportar bienestar a nuestra vida. Este árbol sin duda, cumple el objetivo, y pronto las ciudades y estancias públicas mejorarán sin duda la calidad del aire que respiramos gracias al trabajo silencioso de estas microalgas, que en un máximo respeto al medioambiente y a un pensamiento circular, vuelven a la tierra en forma de biofertilizantes”.

Guillermo Barredo ha explicado durante su presentación el gran valor de las algas para aplicación tecnológica: “estos microorganismos son un elemento de alto valor en términos comerciales, pues la demanda supera ampliamente a la oferta. Es un producto utilizable en sectores muy variados como pueden ser la alimentación animal o humana, la investigación farmacéutica, la cosmética, los nutracéuticos (dicho de un producto alimenticio: que combina propiedades nutritivas y otras beneficiosas para la salud), las moléculas complejas, y hasta la obtención de hidrógeno, entre otros muchos. En nuestro caso, sin duda, su utilización como filtro ante las emisiones nocivas, mejorará sin duda el bienestar de las personas, por lo que creemos que puede ser un gran aliciente para su implantación en nuestras ciudades”.