Actualmente, las empresas españolas están obligadas a controlar la gestión de los residuos que generan, desde su origen hasta su final. Todo ello con el objetivo de luchar contra el cambio climático, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y lograr que, en 2050, Europa sea el primer continente climáticamente neutro.

Desde TEIMAS, empresa española con más de 15 años de experiencia en el desarrollo de soluciones tecnológicas para la gestión profesional de residuos y la economía circular, señalan que “este ambicioso objetivo exige a las empresas cambiar su modelo de producción. Una tarea compleja en la que la tecnología ha demostrado ser un aliado útil y necesario”.

Sin embargo, a pesar del apoyo que ofrece la tecnología, TEIMAS ha identificado una serie de problemas comunes a las grandes empresas españolas:

  1. Importante sobrecarga administrativa asociada a la gestión de documentación legal de residuos, difícil de asumir para las organizaciones.
  2. Desconocimiento de las obligaciones legales en materia de residuos, dentro de un panorama legislativo complejo, lo que provoca frecuentes errores como puede ser la elaboración y recepción de documentación normativa incorrecta (ausencia de datos, uso de formatos desactualizados, incorrecta identificación del tipo de residuo generado etc.)
  3. Dificultad para mantener la trazabilidad de los datos de residuos. Con las últimas actualizaciones normativas (RD 553/2020 de traslado de residuos, Ley 07/2022 de residuos) el control de la información resulta fundamental, dado que el centro productor es responsable de conocer el tratamiento final del residuo a pesar de que lo envíe a un gestor intermedio o almacén.
  4. Falta de armonización en materia legislativa. En el territorio español conviven distintas interpretaciones de la normativa de residuos y diversas plataformas electrónicas para la tramitación telemática de documentación de residuos (obligatoria para muchos movimientos de residuos). Esto puede plantear a las empresas a tener dificultades de uso y a cometer errores.
  5. Como consecuencia, la gestión de documentación legal, resúmenes de actividad, inspecciones, auditorías internas y externas (ISO 14001, EMAS, etc.) puede suponer alto coste para las organizaciones.

Desde TEIMAS instan a las empresas al uso de herramientas digitales especializadas como Zero para el control de datos de residuos y el cumplimiento normativo, así como para el avance en estrategias corporativas de economía circular. Recuerdan que “las empresas que no cumplan con la legislación se arriesgan a ser sancionadas con multas que oscilan entre 1.000 euros y 3,5 millones de euros en el caso de muy graves. Además, de ser posible la inhabilitación para el ejercicio de la actividad”.