A pesar de contar en estos momentos con la generación de mujeres más preparada de la historia, las tasas de líderes femeninas siguen siendo muy bajas. Por ejemplo, según datos de la ONU, a nivel mundial, sólo el 25% de los escaños parlamentarios nacionales están ocupados por mujeres. Otro ejemplo está en las cifras de vocaciones en el sector tecnológico: ellas apenas acumulan el 15% de las personas tituladas en carreras de esta tipología.
Urge transformar el sistema educativo con herramientas que aceleren la paridad y eviten la pérdida del talento que muchas mujeres pueden aportar en estos entornos. Por eso, de las reflexiones extraídas de este encuentro virtual se ha elaborado el siguiente listado de conclusiones y recomendaciones:
LAS 4 CLAVES PARA IMPULSAR A LAS MUJERES LÍDERES DEL FUTURO
- Promover un cambio cultural: Tanto desde el punto de vista personal como en el conjunto de la sociedad, implicando en este cambio a los líderes educativos, para que prediquen con el ejemplo y fomenten la llamada ‘inclusión consciente’. Para ello, un buen primer paso es preguntarse: ¿por qué no animar a las jóvenes estudiantes a empezar sus estudios en áreas que siempre han estado ocupadas por hombres? Es necesario normalizarlo entre los más jóvenes, porque ellas representan el 50% de la población y si no están se estará perdiendo el 50% del talento total.
- Escuchar y fomentar la participación en proyectos: Para que todos asuman ese cambio cultural de igualdad y paridad, es esencial la escucha activa, atender a todas las ideas que surjan entre los estudiantes, vengan de quien vengan, y alentarlas. Incentivar el liderazgo de la mujer visibilizándolo y normalizándolo. Por otra parte, es importante que los equipos estén combinados, ya que hombres y mujeres suelen tener enfoques diferentes que eliminan sesgos y se complementan bien entre sí, aportando mayor valor al trabajo realizado, sobre todo desde un punto de vista innovador y disruptor.
- Mujeres referentes, siempre presentes. Remarcando la existencia de aquellas que han tenido un papel esencial en la historia y las que trabajan por el cambio en el presente. En este sentido, mantener un contacto estrecho con universidades y empresas, o con plataformas colaborativas en el entorno de la educación como Be TalentSTEAM, puede ser útil para dar con esas mujeres referentes en entornos de liderazgo y que puedan convertirse en orientadoras y mentoras de las generaciones del futuro, reduciendo además sus dudas en cuanto a las carreras a escoger.
- Conectar áreas de conocimiento: Deben irse perfilando modelos educativos en los que la separación entre letras y ciencias no esté tan marcada. Principalmente para que lengua y matemáticas, las dos materias esenciales asociadas a la lógica y la comunicación, se entiendan entre sí potenciando la creatividad y la diversidad desde diferentes puntos de vista.
Mejorar las bajas tasas de vocaciones tecnológicas y científicas entre las mujeres es uno de los principales objetivos de Be TalentSTEAM, una iniciativa del Club Excelencia en Gestión y la Fundación Capgemini que lleva funcionando desde 2018 como respuesta al reto de transformar el modelo educativo desde un punto de vista innovador y excelente. Cuenta con una red de stakeholders formada por un centenar de organizaciones, entre los que se encuentran centros educativos, empresas, ayuntamientos, asociaciones y fundaciones.
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